Pues ya hace tres meses que nos encontramos y parece que fue ayer…

Recuerdo el primer día que te lanzaba el reto de conocer a unos de los mejores amigos que puedes imaginar.

También recuerdo como no dudaste ni un poco, fuiste valiente y aceptaste el reto. Así, sin vacilar, sin que te temblara el pulso.

Sé que ha merecido la pena. Yo cada día doy gracias a Dios por el regalo de su amistad.

Pero como tienes muchos amigos, incluido a Jesús, espero que sepas como tienes que tratarlos.

Un amigo no es una persona que conoces y ya está. La amistad hay que cuidarla, intentar que tus amigos estén a gusto contigo, orgullosos de poder decir: Soy amigo de…(aquí puedes poner tu nombre)

Si haces lo que te digo y cuidas a tus amigos, la amistad durará muchos años…estaremos SIEMPRE JUNTOS

 

El sacramento de la Reconciliación.

La Eucaristía.

El Niño de Uvas y Espigas: La Eucaristía.

SIEMPRE JUNTOS