El 1 de mayo, dos profesoras de La Grande
Obra volaron a Suecia en un viaje incluido dentro del programa
de movilidades del proyecto multilateral Comenius:
“Environmental Heritage: how to protect it?”, y que ya nos llevó
a visitar Italia y las Islas Azores. Allí también coincidieron
con dos profesores y ocho alumnos italianos que participaban en
el mismo proyecto, que compartieron con ellas las mismas
experiencias, conociendo los maravillosos paisajes de la zona y
su cultura. Fueron todos bienvenidos por el grupo de profesores
y estudiantes suecos, que durante toda la semana los llevaron a
recorrer y a conocer tanto la ciudad en sí, como los alrededores
de la misma, sobre todo las numerosas islas que la rodean.
Lo que
mas les impresionó a todos y en lo que todos coincidieron fueron
los paisajes y la maravillosa naturaleza de la zona, llena de
espacios naturales y bosques frondosos perfectamente cuidados.
Allí aprendieron que en su educación desde pequeños está el
cuidar todo lo que les rodea, desde el bosque más grande hasta
la flor más pequeña.
Además
de todo esto, también llamó mucho la atención el nivel de inglés
de toda la gente, ya que la totalidad de la población lo habla
casi perfectamente, con lo cual fue muy sencillo comunicarse con
ellos...menos mal...ya que el sueco es dificilísimo! Así que ya
sabéis, a aplicarse mucho con el inglés! Y ya que estaban en un
colegio, también toco ir a clase. Asistieron a clase de italiano
con alumnos suecos e italianos, y a clase de español. El
profesor de español aprovechó la estancia allí para tener una
clase muy interesante, ya que hay bastantes estudiantes de
español en Suecia. Allí los alumnos de español les hicieron a
las profesoras muchas preguntas sobre nuestra cultura, política,
sociedad...y que mejor que dos nativas para responderlas.
Incluso se les habló muy bien de Galicia, y sobre todo de La
Coruña...así que quién sabe, quizás alguno se pase por aquí
pronto...
Y ya que
estaban en un país distinto, conociendo la ciudad y su cultura,
también probaron la comida típica. Hay que decir que fue toda
una experiencia, ya que probaron el pescado crudo (además del
salmón) y la carne de alce...muy bueno todo; pero todo hay que
decirlo, el pescado, mejor cocinado...
La verdad
es que la experiencia ha sido inolvidable para todos, se nos ha
tratado muy bien allí y eso siempre se agradece. Esperemos que
los futuros intercambios con otros países sean
tan enriquecedores como éste.
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